28 de agosto de 2014

selfie

entre los dientes tengo un poema que me cuesta decir/
creo que no me da el cuero/es difícil/ponerte frente al espejo/
cantarte las verdades/ver si estás siendo del todo sincera/
si no te quedan márgenes de tu propia historia que no quieras saber/
que no te animes a/que te quieras esconder un poco, es válido/
pero igual te sentás y lo escribís:

de chica jugaba con los varoncitos/era más cómodo
andar sin que te importe las rodillas y las manos sucias/
el pantalón parchado/las zapatillas gastada
a la siesta lavarle el pelo a las barbies/
me intimidaba desnudarlas/les veía el pubis a hurtadillas porque todos dormían/
aunque después hiciera que se besara con sus otros compañeros

pero era aburrido/mejor siempre la pelota en el patio
una tarde de mucha tierra con el perro (indiana jones me envidiaría)/
en cambio jugar a la maestra/a la mamá nunca lo entendí
yo sólo quería alguien parecido a mí porque el patio siempre estuvo esperando

de ahí las siestas jugando en las viñas de un pueblo escondido
(quien dice que la naturaleza reconoce sexos siempre mintió)
el mar inmenso/hasta podría haberme muerto en una tarde que alguien me salvó/
otra tarde no supieron quien era/y yo tampoco supe

mi papá siempre me decía que si me pegaban, no me quedara con él/
yo siempre tuve miedo/no sé si a la mano o a quien venía detrás/

mis amigos me querían/yo era una más de ellos/jugaba con ellos en el recreo/
a los quince tomaba cerveza como ellos/yo estaba a su altura/
en la parte de atrás de una camioneta una tras otra/una amiga estaba incómoda/
yo era una de ellos/era un puente entre dos orillas/
mis amigas también me querían/y creo que yo nunca las deseé

cuando dí mi primer beso estaba borracha/no lo quise, me lo quisieron/
creo que podría haber seguido, pero tenía vergüenza/
mi rostro en la pubertad no me reconocía/mi miedo más grande siempre fue el fracaso
no entendí nunca la felicidad/teoricé al respecto/horacio oliveira me caló en los huesos
hasta que alguien una tarde me dijo que ese personaje no era feliz/
miré para los costados/yo tampoco lo era

el espejo comenzó a reflejarme hace poco/antes no existían/
las vidrieras no eran más que vidrieras/los vidrios se opacaban para mí/
de chica intenté una vez mirarme la vagina y me lo reproché/
mi superyo freudiano siempre fue más fuerte/
yo no sabía de dónde salió/imposible comprenderlo verdugo

me armé y desarmé como a un rompecabezas/uní las partes con plasticota/
de piba no entendía nada/cuando creí saber tampoco entendía/
cuando fui sincera no me quise comprender/

hay ciudades invisibles/las burbujas/también cárceles que no se ven
en el neoliberaslimo era fácil ser feliz si tenías el sustento/
después, si saliste bien parado te cagabas de risa/todo seguía siendo fácil/
te vestías como querías/hacías la que te daba la gana/
pero ya no eras feliz/alguien siempre estaba mirándote/
y de poco te cae la ficha/y te das cuenta que en la libertad del mercado
no hay lugar para la felicidad/comprendes que adentro de tu casa te miran dos veces/
una para saludarte, la otra para señalarte/el colegio la misma cosa/
todos saben lo que el mundo debe ser/el lugar correcto que ocupas ahí adentro/
difícil que alguien se te acerque sin caretas/que te vean con ojos de cielo/
difícil que se atreva a preguntarte cómo estás sinceramente/
                        porque siempre entre los platos nuevos se está muy bien

me desaprendo/no soy nada original/
lo que fui soy lo que soy
lo que había sigue estando
mi rostro no es el mismo
soy lo que no fui antes
vivo por vez primera lo que no viví de piba
muero por vez última lo que nunca iba a vivir

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