6 de febrero de 2014

Memorándum

Recuerdo cuando te fuiste
y yo quede aquí
con los brazos rotos, los vidrios esparcidos,
recuerdo en realidad
que no eras vos la que habías partido
sino que yo, sola en el esplendor que entumece las soledades,
doblé la ropa, armé el bolso
agarré mis libros

y recuerdo también  -o es el recuerdo el que me recuerda constante-
lo cierto al nunca irte
y yo siempre quedarme,
y sentarnos a ver cómo cae la lluvia que no llovía
la luna movediza que en realidad no se aparecía
los amaneceres naranjas en el medio de la noche

recuerdo entonces cuando no te fuiste
pero mi partida era innegable,
y mis ojos tristes y mi boca triste saludaban
al nuevo día que comenzaba
cuando vos seguís acá

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