13 de agosto de 2013

XV

Un pájaro se esconde
tras las líneas de tus manos.
Es decir,
que cerrás tu puño
y escondes alas
y algún deseo fantasma de no estar acá.
De poder verte con ojos persona
ahí donde tus manos crecen:
en la rama más alta, verte alada completa.

Pero
hay algo que vos no sabés
-quizás porque tus manos pajarito
se olvidan de contártelo cuando vuelven-
y los ojos se te cierran tristes
y la mirada se te baja casi sin quererlo
y se me escapa pedirte un abrazo
-pero tus manos pajarito aprovechan para descansar en tus bolsillos-
yo tan sólo quería mostrarte la punta de aquel árbol
adonde estabas recién mirándome mientras charlábamos.


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