25 de junio de 2013

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Abrazo la ausencia.
Qué hay entre los brazos muertos
la cama vacía, la copa vacía
el televisor vacío
la ventana y las cortinas vacías
las fotos con la familia vacía
mirar tras la puerta, salir al pasillo
vacío
y encontrarse fumándose un puchito
con el reflejo de los vidrios opacos
y saberte vos contínua,
brecha de por medio
un pasito acá el otro allá
vacante, casi lista para estar en cualquier vitrina
y sin embargo no tan vacía
porque sabes que en algún lado estás
aunque no te pertenezcan esos dedos con que hoy fumas tranquila
y las ropas se te venzan en un plazo
los infatigables colores se te venzan
y se te gasten rápido las pupilas
y la forma en que te peinás
las cosas que giraban a tu vuelta ya no giran
y hay mundo sin vos y estás vos sin mundo
(lugar de nacimiento:cualquiera
lugar de pertenecia:ninguno)

difícil sabertelo así
la extensa búsqueda aleja y en eso
las raíces se van poniendo viejas y entonces
pensás si hay florcitas para vos ahí donde te queda
más cómodo, comodísimo
y te miras al espejo y sabes
aunque no quieras lo sabes
y entonces sí: vacío y ceniceros
lamparitas viejas y vacío
vacías botellas
vómitos vacíos de contenido
-vranquila vos vené vaciencia-
pero allá a lo lejos una pequeña luz
giros nuevamente, mundos nuevamente
la luna agrietada con su saludo cósmico
incendio de la ciudad
giro copernicano
mandarinas matecitos
la plaza amigos
las montañas espesas
musiquita guitarra poemas
letras  puntos comas
el corazón sigue vivo:
no se está tan vacía. 


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